
Esta sencilla combinación de ideas: “Mamá, mano-cruzar”, esto es, “mamá, hay que cruzar la carretera, te doy la mano”, me ha servido para que mi Gugú, de dos años y medio, se atenga a unas primeras y mínimas normas de educación vial. Y es que es un tema que aunque no gane a otros como la alimentación, la rutina del sueño o las barraqueras en el podio de lo que más nos preocupa a los padres, sí es importante, sobre todo cuando los peques empiezan a tener mucha más movilidad, con sus piernitas o artefactos como triciclo, bicis… El Instituto de Seguridad Vial de Mapfre nos ayuda en estos menesteres. Os cuento…